Características
y propiedades de Leo.
Es el único
domicilio del Sol; su naturaleza es fogosa, cálida, seca y colérica; es un
signo diurno, de mando, bestial*, estéril y masculino. Pertenece a la triplicidad
de Fuego.
Enfermedades.
Enfermedades.
Todo tipo de trastornos en las costillas, los costados,
etc. así como las pleuresías, las convulsiones, los dolores de espalda, los
ataques al corazón, las fiebres altas y violentas y todas las enfermedades o
debilidades del corazón y el dolor de ojos, las plagas, las pestes y la
ictericia.
Lugares.
Lugares.
Aquellos frecuentados por bestias salvajes; los bosques,
las florestas, los desiertos y los lugares rocosos, empinados e inaccesibles;
los palacios de los reyes, los castillos, las fortalezas y los parques. En las
casas simboliza a las chimeneas y al fuego del hogar.
Tipo y apariencia.
Tipo y apariencia.
La cabeza es grande y redonda, los ojos enormes y
prominentes, como desorbitados y la vista es rápida y muy buena. El cuerpo es
grande, largo y de una estatura más que media; los hombros son anchos y los
costados estrechos; el cabello es rubio o castaño, ondulado o rizado y la
expresión es algo fiera, pero el cutis es rojizo y sanguíneo. La persona es
fuerte, valiente y activa. Pisa firme y es muy cortés.
Países regidos por Leo.
Países regidos por Leo.
Francia, Italia, Bohemia, Sicilia y Roma.
Ciudades.
Ciudades.
Roma, Bath, Bristol, Taunton, Cremona, Praga, Apulia,
Ravena y Filadelfia; también rige los Alpes y la anciana Caldea, hasta Basora.
Mitología de leo.
En el anterior gajo se relató el segundo trabajo que el rey griego impuso a Hércules. La primera de esas tareas hercúleas (sugeridas por Juno) pertenece a la zona de leo pues, en ella, habita el gran León de Nemea, el cual fue abandonado en ese lugar por Selene, la diosa de la Luna.
Solo y amargado por su destino, el león llamado Leo empezó a asolar la comarca, lo cual podía hacer fácilmente, pues su piel era impenetrable a cualquier arma. Como rey de los dominios, temido y honrado por todos, el león de Nemea vivía como sus instintos le dictaban, alimentándose de hombres y animales, rugiendo ante la aprobación de quienes lo consentían.
Luego se presentó Hércules, dispuesto a darle muerte. Primero, el joven héroe le disparó sus flechas, pero éstas rebotaban como pajas; luego empuñó su espada de hierro pero, al golpear al león con ella, ésta se partió en dos; aun la colosal maza de Hércules se rasgó cuando alcanzó a rozar el hocico del animal.
Lleno de valor, el forzudo Hércules cayó sobre su presa y, con la fuerza de sus potentes brazos, asfixió a la fiera hasta matarla.
Luego, quitándole la piel al león con las garras de éste como cuchillo, Hércules se cubrió los hombros con dicho trofeo y volvió triunfante a su amo.
La muerte de Leo, el león de Nemea, era algo inevitable, pues Hércules estaba destinado a cumplir con todos los trabajos que le habían impuesto. No obstante, Zeus o, quizás Juno, en reconocimiento al obvio mérito de Leo, le puso entre las estrellas.
Régulus es una de las cuatro estrellas regias, llamada el Corazón del León, la cual se encuentra en la constelación de Leo.
Mitología de leo.
En el anterior gajo se relató el segundo trabajo que el rey griego impuso a Hércules. La primera de esas tareas hercúleas (sugeridas por Juno) pertenece a la zona de leo pues, en ella, habita el gran León de Nemea, el cual fue abandonado en ese lugar por Selene, la diosa de la Luna.
Solo y amargado por su destino, el león llamado Leo empezó a asolar la comarca, lo cual podía hacer fácilmente, pues su piel era impenetrable a cualquier arma. Como rey de los dominios, temido y honrado por todos, el león de Nemea vivía como sus instintos le dictaban, alimentándose de hombres y animales, rugiendo ante la aprobación de quienes lo consentían.
Luego se presentó Hércules, dispuesto a darle muerte. Primero, el joven héroe le disparó sus flechas, pero éstas rebotaban como pajas; luego empuñó su espada de hierro pero, al golpear al león con ella, ésta se partió en dos; aun la colosal maza de Hércules se rasgó cuando alcanzó a rozar el hocico del animal.
Lleno de valor, el forzudo Hércules cayó sobre su presa y, con la fuerza de sus potentes brazos, asfixió a la fiera hasta matarla.
Luego, quitándole la piel al león con las garras de éste como cuchillo, Hércules se cubrió los hombros con dicho trofeo y volvió triunfante a su amo.
La muerte de Leo, el león de Nemea, era algo inevitable, pues Hércules estaba destinado a cumplir con todos los trabajos que le habían impuesto. No obstante, Zeus o, quizás Juno, en reconocimiento al obvio mérito de Leo, le puso entre las estrellas.
Régulus es una de las cuatro estrellas regias, llamada el Corazón del León, la cual se encuentra en la constelación de Leo.
Constelaciones
al norte.
Los astrónomos antiguos veían el brillante grupo de estrellas que están encima de Leo como la progenie natural del poderoso león y lo llamaron leo minor, el Cachorro del León.
El león tiene un gran apego a sus cachorros, a los cuales lame y acaricia, mientras ellos le arañan y mordisquean con su juvenil entusiasmo.
La constelación del Cachorro del León enfatiza las costumbres leoninas, pero las suaviza con su naturaleza juguetona. El amor a los hijos es lo que irradian estas constelaciones, lo cual será más enfatizado todavía por la Osa.
Muy por encima del Cachorro está el cuerpo de una de las constelaciones del norte más conocidas, ursa major (la Osa Mayor), en ocasiones llamada el Carro. Calisto, el nombre griego de Ursa Major antes de su transformación sideral, era una cazadora del cortejo de Artemisa (Diana) y, como tal, había hecho voto de castidad. No obstante, cuando Zeus vio a esa virgen, se enamoró de ella al instante y, disfrazado nada menos que como Artemisa, logró seducirla al final.
Cuando su preñez saltó a la vista, Calisto fue arrojada de las castas filas de Artemisa y abandonada a merced de la celosa Juno, esposa de Zeus. Como era de esperarse, en vez de engañar a su poderoso marido, Juno buscó venganza en la muchacha y, en un arranque de crueldad, transformó a Calisto en una gran osa parda y la echó a los bosques para que allí se ganara la vida.
El hijo de Calisto, Arcas, creció hasta llegar a hombre; a él le encantaba la caza. Un día, de acuerdo a lo que Juno había preparado, se encontró con su madre, la osa. Calisto reconoció al instante a su hijo con la flecha ya armada en el arco tendido y listo para matarla. Temerosa de que Juno pudiera idear algún nuevo engaño para perjudicar a su hijo, valientemente se mantuvo inmóvil y se dispuso a morir con tal de no revelar su identidad. Juno, por supuesto, se divertía a sus anchas, pero Zeus intervino y transformó a ambos, madre e hijo, en constelaciones; ella es la Osa Mayor y él, la Osa Menor. Esta última constelación se halla entre las zonas de Libra y Scorpius.
"¡Qué afrenta!", gritó Juno al ver que Calisto y su hijo bastardo iban a habitar entre las estrellas.
Calisto da la grandeza al amor materno. Es una constelación de ideales y amor a la humanidad.
Constelaciones al sur.
Un gran vaso de oro, conocido como cráter, flota en el cielo por debajo de Leo. Algunos lo llaman el vaso de Apolo o de Helios (el Sol). De noche, según se dice, Helios, habiéndose retirado ya del cielo, flota en el vaso hacia el oriente sobre la gran corriente u Océano hasta que llega a su palacio, desde el cual vuelve a iniciar su diario recorrido.
Muchos dioses y criaturas, inclusive Hércules, han buscado esta fabulosa copa porque es el símbolo de las riquezas y de los bienes. Algunos dicen que no tiene fondo, al igual que la copa de Mercurio y que, constantemente, renueva su contenido en beneficio de su afortunado dueño.
Puede indicar tanto un foso sin fondo de apetitos y adquisiciones como un verdadero cántaro de luz que despliega energía vital sin fin.
Hércules, quien en una ocasión tuvo la osadía de embarcarse en la copa de Apolo y cruzar en ella el Gran Océano, se vio violentamente zarandeado por una tempestad y casi de ahogó a causa de su atrevimiento.
Ese navegar en el océano probablemente simbolice el poder desplegar el sentimiento sin desequilibrarse (hundirse).
El brillo de esta copa solar puede ser tanto para lo espiritual como para enceguecerse con la materia, con respecto a los nativos del León.
El sextante (sextans) está cerca de Crátera, siendo su fin como instrumento el medir la distancia angular, especialmente la del Sol a mediodía, para determinar la latitud y la longitud. Es la ubicación de la persona en el Universo, entendiendo su papel vital en el Plan Cósmico, pero sólo el Iniciado puede mirar largo tiempo al Sol sin quedar ofuscado.
El vientre de la hidra, un poco más abajo, da el peligro de los apetitos exagerados, pues está lleno de infortunadas víctimas, algunas de ellas tragadas enteras.
Hasta Hércules tuvo grandes dificultades para doblegar al monstruo.
Al sur de la porción de Leo está antlia, la Bomba de Aire o el Fuelle, que quizás sea la "bolsa de los vientos" que le entregaron a Ulises en la Odisea.
Según relata Homero, Eolo, un dios celeste, encerró los rugientes vientos en una bolsa para que Ulises (u Oliseo) pudiera usar su contenido para impulsar la nave por medio del chorro que de ella escapaba. Pero los miembros de la tripulación no sabían lo que tenía la bolsa y, arrastrados por una enorme avaricia, pensaron que estaba llena de oro y plata, decidiendo abrirla y dividirse el botín por lo que, cuando lo hicieron, los vientos saltaron y, al instante, una tormenta los arrastró al mar arrancándoles los cabellos.
Los marineros mercenarios pagaron cara su curiosidad y tuvieron que impulsar la nave a fuerza de remos por el mar abierto, para dolor de sus espaldas.
En los nativos de Leo, antlia, el Fuelle, es capaz de avivar el fuego de la acción y de la espiritualidad, así como el de la ambición y la imprudencia.
La vela de la nave Argos está en parte en este sector, lo cual habla de una gran fuerza de arrastre y de trabajo.
Dignidades y debilidades.
El sol es regente de este signo y le hace llegar las cualidades armónicas de la salud, la nobleza y la actividad; y, como notas disonantes, le proporciona orgullo, despotismo y derroche de vitalidad.
Saturno se exilia en este signo igualmente, proveyéndole en su aspecto equilibrado de serenidad, responsabilidad y trabajo; en el desequilibrado le atribuye malicia, materialismo y mezquindad de corazón.
Psicología profunda.
La fuerza del León es más centrada en sí misma y
constante que la del carnero. La vida de los leoninos es también auto
afirmativa, pero sin tanta demostración externa agresiva, pues ellos son un
tanto más tranquilos.
Los seres del león tienen una poderosa vitalidad y un optimismo sano. Ellos se rodean gustosos de personas a las que transmitir su alegría de vivir y de amar. Esto lo hacen sin crear una dependencia hacia los demás.
Los leoninos tienen un gran sentimiento de su propio valer e importancia o, lo que es lo mismo, una mayor o menor dosis de orgullo. Desde jóvenes aprenden a distanciarse de aquello que es un estorbo para la realización de su alegría de vivir y procuran evitar los pesares propios o combatir los de los demás. Ante todo, no les gusta el sufrimiento ni entienden que haya personas que vivan en un mundo emocional o mental tormentoso.
Los leoninos, en general, no suelen sufrir muchos cambios de estados de ánimo, sino que se mantienen con una aparente y bienhechora serenidad. Parece que también son bastante indiferentes a las críticas ajenas, pero desde luego que no les gusta hacer el ridículo y, si lo hacen, lo superan con su buen humor.
El leonino vulgar rebosa también alegría de vivir y autoafirmación, pero ya sus palabras son huecas, pues predomina un excesivo afán de goce, caza de diversiones y una notable falta de responsabilidad. Le encanta que se le demuestre cariño pero luego es soberbiamente desagradecido.
Por ello a su pareja, una vez satisfecha la pasión, la abandona y hasta desprecia. Estos leoncitos son entonces burlones, con complejo de superioridad, frívolos y autoindulgentes. El leonino superior, en contraste, es digno y fomenta en sus semejantes la alegría de vivir y de la autoafirmación. En su presencia, todos olvidan sus sufrimientos y se llenan de luz y valor.
Estos superiores del león son optimistas, bienhechores y admiradores del bien y la fortaleza humana.
El órgano regido por el león es el corazón, que bombea la sangre vital a todos los órganos y tejidos.
Los leoninos desarrollados nunca descienden a bajezas.
Los seres del león tienen una poderosa vitalidad y un optimismo sano. Ellos se rodean gustosos de personas a las que transmitir su alegría de vivir y de amar. Esto lo hacen sin crear una dependencia hacia los demás.
Los leoninos tienen un gran sentimiento de su propio valer e importancia o, lo que es lo mismo, una mayor o menor dosis de orgullo. Desde jóvenes aprenden a distanciarse de aquello que es un estorbo para la realización de su alegría de vivir y procuran evitar los pesares propios o combatir los de los demás. Ante todo, no les gusta el sufrimiento ni entienden que haya personas que vivan en un mundo emocional o mental tormentoso.
Los leoninos, en general, no suelen sufrir muchos cambios de estados de ánimo, sino que se mantienen con una aparente y bienhechora serenidad. Parece que también son bastante indiferentes a las críticas ajenas, pero desde luego que no les gusta hacer el ridículo y, si lo hacen, lo superan con su buen humor.
El leonino vulgar rebosa también alegría de vivir y autoafirmación, pero ya sus palabras son huecas, pues predomina un excesivo afán de goce, caza de diversiones y una notable falta de responsabilidad. Le encanta que se le demuestre cariño pero luego es soberbiamente desagradecido.
Por ello a su pareja, una vez satisfecha la pasión, la abandona y hasta desprecia. Estos leoncitos son entonces burlones, con complejo de superioridad, frívolos y autoindulgentes. El leonino superior, en contraste, es digno y fomenta en sus semejantes la alegría de vivir y de la autoafirmación. En su presencia, todos olvidan sus sufrimientos y se llenan de luz y valor.
Estos superiores del león son optimistas, bienhechores y admiradores del bien y la fortaleza humana.
El órgano regido por el león es el corazón, que bombea la sangre vital a todos los órganos y tejidos.
Los leoninos desarrollados nunca descienden a bajezas.
Motivaciones.
El León es demostrativo y trata de evidenciar, enseñar y hasta teatralizar su yo. Tiene habilidad ejecutiva e intenta que los demás lo vean poderoso, valiente y airoso. Por tanto, este signo significa en síntesis el darse a conocer y el ser conocido, todo marcado por un talante pomposo y aristocrático.
El León se relaciona con las formas de gobierno, dirección y conducción. Es actuación, expansión y desarrollo, estando en analogía con todo lo que crece, se amplía, se dilata y se difunde, como con el heredero, el sucesor, el primogénito y el continuador de las glorias de sus mayores. Pero, a veces, le marca la vanidad, la soberbia y el orgullo, pues el deseo del león es vivir y saborear con placer su gran personalidad. Es así que puede ser de una moralidad pervertida y un embriagado por la grandeza y la fama, aparentando defender a los demás cuando en realidad trata de defenderse a sí mismo. Es entonces un verdadero ególatra que rinde culto a su persona y un narcisista que se ofende por su amor propio.
Como contraposición tenemos al héroe que pone ante todo al honor, configurando así al ser voluntarioso y con dominio de sí mismo.
Los leoninos ejercitan el arte de la simpatía, pues ellos tienen una forma y manera particular de exteriorizar las cosas, que es lo que llamamos estilo, clase, línea, etc. el resultado de esta simpatía es la relación armónica con los demás y la satisfacción personal que los leoninos experimentan, todo lo cual abre las puertas de la amistad y no las cierra nunca. Este es un reinado de poder al que todos se someten con agrado, pues la simpatía y la sinceridad despiertan la solidaridad y la adhesión. El ideal máximo de un leonino desarrollado sería la libertad y el respeto, todo guiado por un sentido moral digno y noble. El sentido creativo del león es también marcado, pues ellos se descubren a sí mismos en el hacer, es decir, en las obras que ellos crean o en las que participan, pues éstas son como hijos a los que los leoninos dan todo lo que tienen.
Conductas primordiales.
Los leoninos suelen ser el punto central en las reuniones caracterizándose por su generosidad y por una fuerte atracción hacia el otro sexo.
Su ideal es la nobleza y, a veces, parecen arrogantes. Son dramáticos, de autoridad y responsabilidad.
Significado cíclico en la naturaleza.
Alude en la naturaleza a la plenitud y a la culminación del fruto bajo el brillante Sol.
En lo psicológico, se refiere a la afirmación de la individualidad, de la voluntad y la conciencia del yo, representando por otro lado a la parte más noble del instinto.
La fuerza leonina puede ser tanto la del animal fiero e indomable que no controla su fuerza como la del hombre adulto, socializado y sublimado.
Las personas del león son atléticas, fuertes, sanas, confiadas, felices y naturales. Tienen audacia, sed de conquista y de dominio, porte, sobreestimación de sí mismos, etc. son altivos, magnánimos, necesitan prestigio y se mueven por ambición realizadora.
Puede ser que su yo se inflame persiguiendo un prestigio social de forma exhibicionista, por lo que entonces se convertirán en actores que no viven sino para su público, queriendo ser apreciados y admirados ante todos.
Pueden ser hercúleos buscadores de la grandeza material o apolíneos idealistas, hombres de la acción y el honor. En este segundo caso, son artistas creativos que han disciplinado su sol interior y manifiestan en sus obras la belleza organizada y esplendorosa.
Psicología superficial.
Sirven para directores y no para subalternos.
Su corazón es grande y ardiente, no habiendo sacrificio que no puedan hacer por las personas que aman.
La fuerza de voluntad es notable para luchar contra todos los obstáculos que se les presentan. Son fijos y consecuentes con los ideales, trabajando con entusiasmo por ellos. No suelen dejar las cosas a medias.
Los leoninos desequilibrados son infieles en el matrimonio y en la amistad, careciendo de escrúpulos para hacer cualquier vileza. Aun así, siempre se muestran magnánimos con sus enemigos. Son prácticos en sus ideales pues, en vez de hablar de ellos, prefieren vivirlos. Tienen una naturaleza amorosa muy fuerte, a la vez que ardiente y sincera.
Son filántropos y siguen los impulsos del corazón en lo que se refiere a la simpatía. Consiguen influir a mucha gente irradiando un calor como el del sol.
Si no se controlan a sí mismos son pasionales y libertinos.
Pero, por otro lado, pueden tener gran energía espiritual, lo cual les hará progresar muy rápido en su transformación interna. Como posibles profesionales tenemos: altos cargos públicos, joyeros, orfebres y escritores de comedias dramáticas.
No les gusta lo mediocre.
Los espectáculos y la pedagogía están bajo su fuerza, pues son el símbolo de la socialización.
Es el signo del amor y la autoridad con respecto a los hijos.
En este signo poco hay escondido o que no pueda demostrarse.
Es, por lo tanto, glorioso y luminoso.
El carácter es vigoroso, de fuertes pasiones y ambicioso. El tipo puro (león al cien por cien) puede buscar tanto el amor puro como las pasiones vulgares.
El signo se relaciona con las obras titánicas, tanto basadas en la majestuosidad como en la vanidad.
Puede haber tanto una inclinación por un ideal como por fuertes pasiones pero, en ambos casos, hay desdén por los rodeos, la obscuridad y la traición.
Hay necesidad de vencer y de superar los obstáculos.
El signo avanza por méritos propios y quiere hacerlo todo grande.
Suele decir lo que piensa, por lo que no es difícil saber de qué lado está.
El alterna su valor para defender lo que hace con su afán de exhibir lo que considera sus virtudes.
Características mentales.
La inteligencia es amplia e idealista, intrépida y ambiciosa, clara y de acción inmediata, activa y creativa, lucida y triunfante, etc.
Características sentimentales.
Hay una propensión a amar muy fuerte y, a veces, pasión basada en una fuerte atracción física.
En sentido benéfico, hay gran vitalidad sexual, a la vez que un amplio y noble corazón.
Es importante que el orgullo no sea herido.
¿Cómo es? ¿Cómo no es?
¿Cómo es leo? ¿cómo no es leo?
(rasgos armónicos) (antónimos)
Franco Sinuoso
Sencillo Cerrado
Sincero Hosco
Llano
Leal
Abierto
Natural
Cordial
Poderoso Inerme
Soberano Debilucho
Potente Desvitalizado
Grande Débil
Enérgico Frágil
Fuerte
Vigoroso
Pujante
Guía Obediente
Conductor Sumiso
Orientador Subalterno
Regente
Gobernador
Regidor
Dirigente
Imperante
Constante Inconstante
Persistente Voluble
Tesonero Inestable
Insistente
Noble Indigno
Ilustre Bajo
Leal Vil
Caballeroso Ruin
Honroso Miserable
Generoso Despreciable
Estimable
Preclaro
Excelente
Superior
Augusto
Elevado
Sublime
Alto
Digno
Optimista Pesimista
Seguro Triste
Confiado Desesperanzado
Feliz
Entusiasta
Activo Inactivo
Vivo Abúlico
Eficaz Apático
Dinámico
Saludable Malsano
Sano Enfermizo
Vigoroso
Deportista
¿Cómo es leo? ¿Cómo no es leo?
(rasgos desarmónicos) (antónimos)
Altanero Humilde
Atrevido Modesto
Soberbio Sencillo
Desafiante Cauto
Desdeñoso Prudente
Despreciativo
Orgulloso
Presuntuoso
Fanfarrón
Vanidoso
Envanecido
Altivo
Arrogante
Despótico Servicial
Déspota Tolerante
Autócrata Condescendiente
Autoritario
Absolutista
Dominante
Juerguista Comedido
Jolgorioso Mesurado
Alborotador Serio
Escandaloso
Bullicioso
Fiestero
Irritable Calmoso
Iracundo Ecuánime
Colérico Tranquilo
Enojadizo
Furioso
Gruñón
Ambicioso Conformista
Codicioso Modesto
Ansioso
Infiel Fiel
Desleal Leal
Infame Honesto
Adúltero
Alevoso
Pérfido
Vano Útil
Infructuoso Eficaz
Improductivo Productivo
Creativo
Descripción de su físico.
¿Cómo es leo? ¿cómo no es leo?
(rasgos armónicos) (antónimos)
Franco Sinuoso
Sencillo Cerrado
Sincero Hosco
Llano
Leal
Abierto
Natural
Cordial
Poderoso Inerme
Soberano Debilucho
Potente Desvitalizado
Grande Débil
Enérgico Frágil
Fuerte
Vigoroso
Pujante
Guía Obediente
Conductor Sumiso
Orientador Subalterno
Regente
Gobernador
Regidor
Dirigente
Imperante
Constante Inconstante
Persistente Voluble
Tesonero Inestable
Insistente
Noble Indigno
Ilustre Bajo
Leal Vil
Caballeroso Ruin
Honroso Miserable
Generoso Despreciable
Estimable
Preclaro
Excelente
Superior
Augusto
Elevado
Sublime
Alto
Digno
Optimista Pesimista
Seguro Triste
Confiado Desesperanzado
Feliz
Entusiasta
Activo Inactivo
Vivo Abúlico
Eficaz Apático
Dinámico
Saludable Malsano
Sano Enfermizo
Vigoroso
Deportista
¿Cómo es leo? ¿Cómo no es leo?
(rasgos desarmónicos) (antónimos)
Altanero Humilde
Atrevido Modesto
Soberbio Sencillo
Desafiante Cauto
Desdeñoso Prudente
Despreciativo
Orgulloso
Presuntuoso
Fanfarrón
Vanidoso
Envanecido
Altivo
Arrogante
Despótico Servicial
Déspota Tolerante
Autócrata Condescendiente
Autoritario
Absolutista
Dominante
Juerguista Comedido
Jolgorioso Mesurado
Alborotador Serio
Escandaloso
Bullicioso
Fiestero
Irritable Calmoso
Iracundo Ecuánime
Colérico Tranquilo
Enojadizo
Furioso
Gruñón
Ambicioso Conformista
Codicioso Modesto
Ansioso
Infiel Fiel
Desleal Leal
Infame Honesto
Adúltero
Alevoso
Pérfido
Vano Útil
Infructuoso Eficaz
Improductivo Productivo
Creativo
Descripción de su físico.
Hombros fuertes y anchos; tórax y brazos más desarrollados que el abdomen y las piernas; boca firme de labios gruesos bien formados; ojos grandes y mirada intrépida; cabellos a veces rubios; andar erguido, resuelto y solemne.
Descripción de su psiquis.
Características armónicas: confiado, tranquilo, fiel, magnánimo, constante, intrépido, noble, enérgico, simpático, franco, optimista, rico en su vida emocional, hidalgo, digno, exteriorizador y vital.
Características desarmónicas: ostentoso, orgulloso, vano, despótico, infiel, cruel, vanidoso, arrogante, dramatizador, pasional, juerguista y con demasiado gusto por la gloria y los honores.
Descripción de su mente.
Características armónicas: creativo, con talento organizador, sintético, audaz, dirigente, pedagogo, buscador de la verdad e idealista.
Características desarmónicas: con superestimación de sí mismo, desorganizado, vago en el mando, obscuro en sus ideales, atrevido, ambicioso, ocioso y fanfarrón.
Analogías esenciales.
Personas importantes Alegría de vivir
Niños Serenidad
Amores Afán de goce
Espectáculos Complejo de superioridad
Diversiones Demostración
Fama por creatividad Poder
Principio de autoridad Desgaste vital
Vitalidad Aristocracia
Majestuosidad Expansión
Individualidad atrayente Desarrollo
Fuerte naturaleza amorosa Egolatría
Energía espiritual Amor propio
Transformación interna Dominio de sí
Rectitud Simpatía
Socialización Estilo
Luminosidad Clase
Gloria Sentido creativo
Irresponsabilidad amorosa Generosidad
Vanidad Ambición realizadora
Obras titánicas Sobrestimación de sí mismo
Actividad Apolíneo idealismo
Ansias de destacar Atletismo
Necesidad de vencer Artistas creativos
Exhibición Honor
Constancia Cargos públicos
Soberbia Grandeza material
Autoafirmación Prestigio
Sano optimismo Reconocimientos públicos
Salud Labor social activa
Profesiones afines.
Altos funcionarios del Estado, ministros, deportistas, decoradores, sociólogos, psicólogos, empresarios, biólogos; personajes públicos como alcaldes, gobernadores y concejales, profesionales del mundo del entretenimiento y la diversión; cines, salas de fiestas, espectáculos, etc.
Línea de desarrollo espiritual.
Afecto, soberanía, principio de vida, energía estable, poder, voluntad para el mando, dignidad, autoexpresión, creatividad, confianza en sí mismo; exteriorización del yo para ganar reconocimiento social y mayor autoconfianza; firmeza, conciencia y autoridad.
Explicación esotérica complementaria.
El signo del León es un símbolo de poder y luz como, por otro lado, de ambición, orgullo desleal y despotismo.
Este signo puede usar su enorme energía y vigor de forma creativa y autoconsciente, o bien, dirigirla a un ocio instintivo que le desgasta su propia vitalidad.
La polarización del signo la vemos en los siguientes pares de opuestos: nobleza generosa o Teatralismo del honor y la dignidad; luminosidad en la voluntad y la conciencia o abandono de sí a las "locuras del jolgorio"; don de mando patriarcal o jefatura preponderante y ostentosa; idealismo práctico o practicismo sin ideales; optimismo sano y divertido o fanfarronería en el centro de la reunión; amores nobles o mezquindades del corazón; amor por los hijos o desprotección a los mismos; creatividad material, artística e idealista u ociosidad increativa; vigor sexual controlado o imprudencia sexual; reconocimiento social merecido o medallas perseguidas sin ética ni estética; individualidad fuerte o fuertes cóleras, etc.
Esencia espiritualisima.
El signo del León es activo y osado, tomando su fuerza de una individualidad poderosamente desarrollada. Con su sinceridad aplasta a las fuerzas obscuras y, con su autoconfianza, espanta de sí cualquier pensamiento de cobardía.
Predomina un fin entroncado directamente con la realidad y no con propósitos utopistas o irrealizables.
Su energía sexual y su vitalidad total están sumamente desarrolladas, por lo que necesita crear y hacer obras o hijos artísticos, pedagógicos y físicos, además de llevar a cabo un liderazgo noble y espiritual y hacer llegar su luz a los demás. Un reinado de nobleza, verdad, grandeza y exento de mezquindades es el que pretende el signo del León.
Es enemigo de las traiciones, los cinismos y las bajezas de todo tipo, a los que combate sin tregua con sus armas: la verdad, la fortaleza y la sinceridad.
Extracto animalisimo.
La vitalidad se derrocha en diversiones fútiles y vanas, correrías sexuales y búsqueda del poder en alguna faceta de la vida.
La soberbia, el orgullo y la falta de humildad se enturbian aún más al juntarse con el egoísmo jactancioso y ostentoso. La nobleza es sustituida por ataques y defensas sucios en la consecución de las metas instintivas: especulación económica, amoríos y reconocimiento social.
La naturaleza es rebelde, individualista, egocéntrica y dictadora.
No es rara la cólera cuando los movimientos del destino no van acordes a sus pretensiones personales pudiendo, en algunos casos, llegar esa ofuscación a ser violenta.
Escenas y ambientes.
Influenciados por el signo del León están las escenas y ambientes de noviazgo, de relaciones sexuales superficiales, de relaciones con los hijos, de creatividad artística o intelectual, de diversiones, de amoríos, de situaciones públicas, ostentosas, teatralistas socialmente, de reconocimientos públicos, de poder material, de gobierno o mandato, de abuso de poder, de amor por los hijos, de desatención a los hijos, de ocio sano y vital, de juergas desenfrenadas, deportivos, de hobbies físicos o deportivos, etc.
Palabras clave.
YO OSO: indica la valentía y la lucha por un ideal, al igual que la osadía temeraria.
YO HAGO: es el símbolo de la actividad y la creatividad
vital o del desgaste por el exceso de exteriorización.
Fuente: internet
Fuente: internet